Reflexionando.

 

En esta edición la revista Guiame cumple tres años desde su inicio, y durante estos tres años he estado escribiendo semana tras semana con todo cariño, breves artículos con la intención de que las palabras escritas fueran capaces de trasmitir con sencillez, información, ideas, puntos de vista, referencias, y a veces guías que nos ayuden a conocernos y comprendernos a nosotros mismos, y a los demás como seres humanos, que apenas somos gotas microscópicas en la inmensidad del universo. Gotas que un día desaparecerán con la muerte, y que vivimos sin apenas ser conscientes de estas realidades.

Como uno de los principales objetivos que tenemos como seres humanos , desde mi punto de vista, es conocer quiénes somos, cómo somos, qué necesitamos, que sentido podemos darle a nuestras vidas, cómo podemos ser más felices, crecer y vivir con paz y plenitud. Si la vida es una escuela, tenemos mucho trabajo por hacer.

Cada semana escribo pensando en qué puede ser interesante expresar que nos haga recordar cosas que ya sabemos pero que no acabamos de llevar a la práctica, o qué puede encendernos alguna lucecita al leerlo que nos haga meditar, o nos permita abrir una puerta a algo nuevo. Una de las ideas básicas que me gusta trasmitir, porque además me ayuda a mí también a recordarla, es que cada uno somos responsables de nuestra felicidad y que nadie está a cargo de ello, excepto nosotros mismos. Así como que no tenemos el control de todo lo que nos sucede pero sí de qué hacer con ello. Que la vida es como es, pero que según la mirada que le pongamos así nos vamos a sentir, y a actuar. Vivimos en un entorno social donde damos demasiada importancia a lo que los demás puedan pensar de nosotros , tratando de dar una imagen hacia afuera de nosotros mismos, aparentando lo que no somos, esta es una actitud que nos puede llevar a enfermar. Si nos paramos a considerar la importancia de lo que los demás puedan pensar de nosotros, nos damos cuenta de que no es de nuestra incumbencia.

Podemos permitirnos hacer una parada y tomar consciencia de cuáles son nuestras verdaderas necesidades, cuáles son nuestros miedos, qué evitamos hacer, que valores rigen nuestras vidas, que creencias sobre la vida y sobre nosotros mismos nos orientan y si éstas nos sirven para avanzar o nos limitan. Qué cosas positivas y personas nos acompañan en nuestro camino, y si sabemos realmente amar y ser amados. ¿Hay cosas que hago para llenar mi vacío existencial y que cada vez hacen más grande dicho vacío? Como sucede con las adicciones(alcohol, drogas, juego, consumismo compulsivo, adicción a las emociones negativas, etc) o por el contrario hago aquello que me hace sentir más completo, realizado y convertirme en un ser más feliz , pacífico y amoroso?.

Expreso mi agradecimiento a la revista Guíame y a sus lectores en su tercer cumpleaños.

©Concha Caballero Neira. 2.013.

 

Compártelo:

Deja un comentario