En el camino del Foro, cultura para la Paz y la no-violencia.

Hace apenas unos días se me dio la oportunidad de trasladar el sencillo mensaje  de «Semillas de Paz»  a muchas personas, entre ellas varios diputados de este bello y rico país que es México. La idea era dar a conocer la urgencia de que se genere un espacio de Paz dentro del congreso de diputados de México, para que la paz y sus instrumentos sean una realidad, largamente buscada.

Sorprende mucho como el Congreso de este país y el muchos otros rechazan una y otra vez estas propuestas. Desde mi punto de vista, es un problema, precisamente de visión; todavía no se han dado cuenta de la cantidad de dinero, de esa energía  que permita comprar y vender que se pierde en una sociedad que no está en Paz, como es la de México. Son millones de pesos cada día, se va la inversión, cierran las grandes empresas y los productos que salen fuera, están semanas con revisiones y revisiones. Es decir, llegan muy tarde y los distribuidores ya no los quieren.

¿Es esa la economí­a que los que deciden quieren?

.¿Qué queremos todos los demás?

Cuando nos vamos a dar cuenta de que es la Paz la que genera más dinero y no la guerra.

La guerra, la muerte genera mucho dinero, pero cuando la guerra esta lejos, no cuando esta a la puerta de casa.

Hoy en día, la puerta de nuestra casa la tenemos en todo el mundo; las noticias vuelan, los millones de ojos ven y cuentan. Un sencillo celular puede enviar imágenes terribles en segundos a todo el mundo. Todos sabemos como funciona la represión en España, la España antes libre y rica. Todos vemos como una y otra vez la imagen de las monarquías se empobrece con matanzas, con corrupción. Todos vemos a los grandes corruptos de todo el mundo, sabemos quienes son.

La guerra y  la violencia están en cada casa, en cada esquina. La Paz es una responsabilidad de cada uno, de cada Alma y de cada cuerpo. ¿Podemos entonces entre todos conseguir, en el presente, un mundo en Paz?

La Paz es un camino, la autoestima es una forma de llegar lenta o rápida, pero sin cansancio.

©Teo. San José.

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