Cuando hablamos de este fenómeno social que atañe a todo el mundo, nos preguntamos una y otra vez:
¿Es algo nuevo?
¿Esta generado directamente por nuestra sociedad?
¿Es posible acabar con él?
Todos tenemos muy claro que si queremos que termine es por las consecuencias que está generando en nuestras sociedades, quieran estas verlo o no.
EL mayor impacto que nos genera es ver a muchos niños-as que no quieren ir al colegio o que vuelven del mismo, con claras muestras de haber sufrido algún tipo de agresión o vejación. Es aquí donde se ven mas claramente las consecuencias, pero hay otras mas terribles, que condicionan mas la calidad de vida de nuestros hijos y lo que es peor; su evolución o desarrollo. Su incapacidad para decidir y asumir las responsabilidades que esto conlleva.
Veamos: El niño o niña que se inhibe de ser como es, debido al rechazo, a las agresiones o al vacío de sus compañeros, se va transformando poco poco en un ser que vive con mucho miedo y desde luego, en ningún caso va a desarrollar la capacidad de crecer en Confianza Consciente o poder personal. Siempre va a tener miedo de tomar sus propias decisiones, siempre va a dudar de su valía e imagen física, es decir; vivirá atormentado y asustado toda su vida.
Esto funciona así por la constante presión que sufre en su entorno habitual de vida, el colegio o instituto, llegando en ocasiones hasta la propia universidad.
El problema es muy grave y serio ya que está generando constantemente, por pura somatización, muchas enfermedades en los niños-niñas, y aquí la clave no es el aumento del absentismo escolar, es mucho mas serio, el deterioro físico real que padecen.
Esto obliga al modelo sanitario a asumir unos costes cada vez mas grandes, es decir; de nuevo la sociedad ha de costear el parche, y la resolución del problema.
Es importante no olvidar la relación directa del uso de drogas en menores con este tema.
En nuestra experiencia hemos podido comprobar que la solución no es poner un policía en cada escuela, esto se traslada inmediatamente a la calle, a cualquier lugar donde un niño-a agresor, se sienta mas grande, mas fuerte o con menos miedo.
Generalmente el miedo lo viven las dos partes, el agresor y el agredido y esta es una peculiaridad que hace mas compleja la resolución de este problema.
Abogamos por trabajar a todos los niños-as desde dentro de ellos mismos desarrollando o creando, cuando se ha perdido, el concepto de “La Confianza Consciente”, donde aprenden a creer en ellos, en su poder personal, en su importancia en la sociedad desde su interior, sin el refuerzo del padre, maestro o, lo que es mas grave, del grupito que le da el poder de agredir o castigar a otros.
Hay varios instituciones, profesionales, centros privados trabajando con éxito en este tema, nosotros somos uno de ellos, tenemos una técnica que lo resuelve a través del Arte-terpia,
Comenzábamos con la pregunta de si es nuevo o ha existido siempre, desde luego que lo ha habido a lo largo de la historia, la diferencia es el alcance que tiene ahora, la frialdad con la que se ejecuta, en algunos colegios, institutos y universidades existen autenticas mafias que controlan este tema, que lo crean y desarrollan, que utilizan a los mas pequeños e indefensos para realizar su crímenes, fechorías o venta de drogas. El alcance que tiene en algunos países realmente es terrible y de un alcance inimaginable.
Entiendo que es urgente atajar el problema ya que si no en pocos años tendremos unas generaciones que además de ser extremadamente violentas, no van a permitir una convivencia social aceptable y ojo, esto no depende de clases sociales, sucede desde el mas pobre al mas rico, todos son testigos, victimas o verdugos de un mal social que nos afecta a todos.
Un dato: La edad media de tratamiento en las clínicas de desintoxicación por drogas o adiciones ha bajado en 7 años de los 28-35 a los 13 -18 años.
©Teo. San José. 9 ,4 ,2.014